LA MÁQUINA SUSTITUIRÁ AL HOMBRE
Aunque hay quien augura nuevas profesiones que ocupen a los desplazados por máquinas, lo cierto es que en España el 48% de los empleos corren el riesgo de ser automatizados.
La automatización ya ha hecho mella sobre el empleo en algunos sectores y eso que esta transformación podría estar aún en ciernes. Parece que ningún trabajo está totalmente a salvo de sufrir cambios, pero las diferencias entre unas profesiones y otras son grandes según el grado de creatividad y singularidad que entraña cada una de ellas. En el caso concreto de España, el sector del transporte y almacenamiento de mercancías es el que corre un mayor riesgo de automatización.
Un informe recientemente publicado por la empresa consultora McKinsey&Company, ha recopilado información de 54 países diferentes para analizar el efecto de la automatización sobre el empleo. Además, los expertos de esta firma han dividido la economía de cada país por sectores y han calculado la cantidad total de puestos de trabajo que están en riesgo de desaparecer. No obstante, aunque los datos puedan causar cierto estupor, desde McKinsey creen que surgirán nuevas profesiones, hoy desconocidas, que podrían absorber una parte de los trabajos 'perdidos'.
Los datos recopilados muestran que en España serán automatizados alrededor de 8,7 millones de empleos en las próximas décadas.
Los cálculos de estos expertos sostienen que este grado de automatización se obtendrá en el año 2055, sin embargo establecen un margen de error de unos 20 años. Es decir, que este proceso podría completarse tanto en el 2035 como en el 2075.
“El sector más afectado por la automatización de procesos es el del transporte.”
El sector más afectado en España es del transporte y almacenamiento de mercancías, donde un 65% de las ocupaciones corre el riesgo de ser automatizada, unos 476.000 empleos en total están en riesgo. El segundo lugar lo ocupa la industria, con un porcentaje del 64%, lo que supone alrededor de 1,5 millones de trabajos. En tercer lugar aparecen servicios de alojamiento y alimentación con un 62% y 860.000 puestos en peligro. En cuarto lugar está la minería y materias primas, donde el 58% de los empleos serán sustituidos, aunque afectará sólo a unas 69.000 personas.
En el lado opuesto se encuentra la educación, sector en el que la automatización puede acabar 'solo' con el 24% de la ocupación, lo que supondría 260.000 trabajos. El 37% de los profesionales, científicos y servicios muy técnicos podrían perder su empleo por las máquinas o robots. En el 39% se encuentran los servicios médicos y la asistencia social, así como las profesiones relacionadas con el arte, el entretenimiento y el ocio.
Lo que nadie parece discutir es el avance de la automatización en procesos de escaso valor añadido, algo que iría en contra de muchos empleos en un país de servicios como España.
Desde las organizaciones sindicales plantean la posibilidad de hacer que los autómatas "coticen" a la Seguridad Social, algo que resulta absurdo cuando las empresas optan por automatizar sus servicios de "bajo nivel" para ahorrarse precisamente puestos de trabajo y cargas sociales. Por otro lado, tal propuesta reconoce implícitamente (por la parte sindical) que la implantación de autómatas será un hecho y que, también será un hecho, la pérdida de puestos de trabajo. Habría que preguntar a los sindicatos qué tipo de autómatas "cotizarían" a la Seguridad Social, ¿sólo los que tuvieran aspecto humanoide o también otras máquinas robotizadas? Porque las "máquinas robotizadas" ya está operativas en sectores como la automoción y la carga de mercancías, y que sepamos, hoy por hoy, no "cotizan" en ningún "mercado".
Es muy fácil (tecnológicamente hablando), la automatización de procesos de escaso valor añadido, tales como los servicios. Camareros, cocineros, personal de limpieza, carga y descarga de mercancías... son fácilmente automatizables y más pronto que tarde los veremos en nuestras calles, empresas y hogares. Por otro lado, la polarización de los estudios hacia la ingeniería, matemáticas, programación, física de materiales conducirá a un exceso de la oferta laboral de manera que SOLO los mejores encontrarán trabajo en empresas dedicadas a la robótica y la inteligencia artificial, mientras que el resto "malvivirá" haciendo de (no se me ocurre qué)... La herencia que el Estado recibirá en modo de carga social será insostenible y provocará continuados conflictos sociales.
Y no estamos hablando de dejar este "marrón" a nuestros hijos. NO! Lo veremos todos en un plazo no superior a 5 años... si Dios y la sanidad pública lo hacen posible.
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